El ordenamiento territorial y la gestión
de riesgos se expresan de modo complejo sobre los territorios y debieran ser
parte principal de nuestras preocupaciones. De lo contrario la posibilidad de
sufrir dolorosos desastres es muy alta. En Huancavelica se vive esta situación
con riesgo evidente para la población y sus bienes. Un caso paradigmático es el
del sector de Quinta Boliviana en el distrito de Ascensión de la provincia de
Huancavelica.
Se trata de un territorio en constante situación
de riesgo por la frecuente caída de rocas durante la temporada de lluvias. Más
aún, durante los últimos años las lluvias se han intensificado provocando el
debilitamiento y la erosión del Cerro Aparinacu. La población en ese territorio
se encuentra expuesta a un posible desastre y vive temerosa de ser afectada por
el desprendimiento de rocas.
Conocer ese riesgo no es novedad para
sus pobladores y las autoridades de la ciudad. Según el Informe Técnico de caídas de roca del
Cerro Aparinacu elaborado
por el Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet) en el año 2018, el
sector de Quinta Boliviana ubicado en el barrio de Ascensión, se encuentra en
una situación de alto riesgo por la posible caída de rocas de ese cerro. El
informe advierte expresamente que una roca fracturada de unos 30 m de largo por
40 m de altura podría desprenderse y afectar a las viviendas y familias que se
encuentran debajo. La inspección geológica da cuenta de agrietamientos en la
roca y evidencias de desprendimientos anteriores.
La vulnerabilidad del sector está fuera
de dudas. Se incrementa en la temporada de lluvias por la saturación de suelos que
favorece la meteorización y desmovilización de los depósitos coluviales de las
laderas del cerro. Al riesgo que traen las lluvias se añade la propensión de la
ciudad de Huancavelica a soportar sismos de gran intensidad por epicentros
subductivos cercanos y fuentes corticales activos sobre zonas pobladas.
Esta situación, es todo un desafío para
territorios como este en los que se requiere abordar en profundidad el análisis
de los actores comprometidos con la finalidad de construir, urgentemente, alternativas
de gestión social del riesgo. Más aún si tal como indica el informe, las
laderas del cerro Aparinacu se caracterizan por una susceptibilidad que varía de
alta a muy alta ante el peligro por movimientos en masa, tales como
deslizamientos, flujos y erosión, frecuentes en la época de lluvias.
En el año 2021 la Municipalidad
Distrital de Ascensión elaboró el Informe de Evaluación de riesgo por caída de rocas del sector urbano
del cerro Aparinaku, hasta el sector urbano del Cerro Potocchi, el cual ratifica que el sector de Quinta Boliviana se
encuentra dentro de una zona de alta susceptibilidad a la ocurrencia del
peligro por caída de rocas a causa de precipitaciones intensas, la topografía
accidentada y factores antrópicos como el inapropiado sistema de drenaje
pluvial y residual.
La gestión social del riesgo en esta
zona debe asumirse desde el sector urbano del cerro Aparinacu hasta el sector
urbano del cerro Potocchi. Se requiere tomar en cuenta no solamente que es medio,
alto y muy alto, según el análisis de susceptibilidad que se ha hecho. También
es indispensable asumir que se está ante un escenario de exclusión que se
manifiesta en dos grandes problemas relacionados entre sí: la pobreza de la
mayoría de la población en ese territorio y la precaria legitimidad y
eficiencia del sistema de gestión pública, de sus autoridades y funcionarios.
Son al menos 485 viviendas y 1600 m de pistas y veredas que se encuentran
dentro del área de incidencia directa e influencia del fenómeno, que presentan
niveles de peligro considerables.
Finalmente, el Centro Nacional de
Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (Cenepred), en su
último reporte de Escenarios de riesgo de lluvias para el periodo enero – marzo 2024, señala que Huancavelica se ubica en un contexto en el que por
un lado se pronostica una probabilidad de normal – inferior, pero asimismo,
considera la susceptibilidad de movimientos de masa de nivel alto a muy alto, que
podrían activar la caída de rocas.
Hasta el momento, como en otros
territorios habitados de nuestro país, no se han aplicado las acciones de
mitigación requeridas ante un alto nivel de probabilidad de ocurrir en medio del
escenario incierto del Fenómeno El Niño, y el peligro que se cierne en este
caso, en torno a medio millar de familias, viviendas, infraestructura pública y
más. Esta situación propia de muchos territorios del departamento de
Huancavelica se repite en otras regiones de Perú, mientras la población convive
día a día con peligros inminentes sin respuesta.
Es indispensable generar mayor conciencia
ante estos riesgos y afrontarlos de manera adecuada. Para ello se requiere
planes desarrollo territorial y de prevención articulados a instrumentos técnico-normativos
sobre el uso del suelo que permitan una eficiente gestión del riesgo, la
adecuada coordinación entre los diferentes entes del Estado, normas coherentes
integradas a la gestión del territorio de tal manera que la información que se
dispone respecto al riesgo de las ciudades no quede solo a nivel de diagnóstico.
Exigir a los gobiernos regionales y locales asumir su responsabilidad frente a
los efectos de los desastres naturales para minimizarlo en el futuro es una
tarea urgente.
desco Opina – Regional / 22 de
diciembre del 2023
descocentro