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Reconstrucción Sin Cambios


Ha pasado más de un año desde que el Fenómeno El Niño azotó el Perú y dejó, según reportes oficiales del Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI), 162 personas fallecidas, 500 heridas y 19 desaparecidas; los medios de comunicación informaron entre marzo y abril del 2017 que la cifra de daños materiales podría superar los 3100 millones de dólares. Es en ese contexto que se da la respuesta solidaria y masiva, pero «reactiva» al desastre por parte de todos los peruanos, a través de la campaña denominada Una Sola Fuerza, lanzada por el gobierno a comienzos de abril del 2017 y que culminó con la creación de la Autoridad para la Reconstrucción Con Cambios ocurrida a finales de abril del mismo año.
Desde aquel tiempo en adelante, los avances en materia de reconstrucción no solo hacen recordar la poca preparación del gobierno en procesos de este tipo, sino –sobre todo– la lentitud del mismo para poder atender las demandas urgentes de los afectados; quedando demostrado que el «equipo de lujo» de técnicos y ministros del entonces presidente Kuczynski, resultó ser igual o menos eficiente que en los gobiernos anteriores. Esta afirmación se sustenta en el hecho de que, a más de un año de producidos los daños, se estima que de los más de 25 000 millones de soles destinados para obras de reconstrucción y acciones de prevención del Plan Integral de Reconstrucción Con Cambios, solo se han ejecutado 2481 millones de soles, lo que representa menos del 10% del presupuesto.
El actual primer ministro Villanueva, ha manifestado que el mecanismo para ejecutar las acciones de reconstrucción “….No era un mecanismo ad hoc para resolver una emergencia, sino un mecanismo tradicional normal para cualquier otra situación…..”. Esta afirmación nos plantea serias interrogantes respecto a la eficiencia con la que se manejan los procedimientos «normalmente» y además, nos genera una serie de preocupaciones, cuando la solución propuesta señala que, a quien pueda hacer más rápido las cosas –sea gobierno local, regional o algún ministerio–, se le transferirán los fondos para ejecutar las acciones de reconstrucción.
En ese sentido la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios, ha transferido 3438 millones de soles para ejecutar 1031 obras a ministerios, gobiernos regionales y locales, siendo el Ministerio de Vivienda Construcción y Saneamiento al que más recursos se le ha transferido, con una suma que asciende a los 975 millones de soles. Sin ánimo de cuestionar la buena fe de las medidas propuestas por parte del gobierno para agilizar la solución de los problemas expuestos líneas arriba, la preocupación que nos motiva se centra en el hecho de que este proceso constante de «atención a emergencias» por parte de nuestras autoridades –no solo del actual gobierno del presidente Vizcarra, sino también de sus antecesores– quienes no han tenido la capacidad de proyectarse más allá del término de su mandato, nos indica que nunca planificarán más allá del tiempo que ostenten el poder. Grave situación que nos condena a cometer los mismos errores en materia de reconstrucción, y que tiene en el proceso post sismo de Pisco del año 2007 –hace más de 10 años–, el mal ejemplo que no deberíamos olvidar ni repetir.

desco Opina - Regional / 1 de junio de 2018
Programa Urbano

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