Mostrando entradas con la etiqueta Ministerio de Salud. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Ministerio de Salud. Mostrar todas las entradas

viernes

Estado chico, infierno grande

 

El 24 de marzo de 2025 se hizo pública una grave denuncia que puso en vilo a la población y dejó en evidencia, una vez más, los malos manejos a los que la gran empresa privada suele recurrir en complicidad con el Estado. El anuncio trágico de la muerte de una joven en Cusco, luego de recibir la dosis de un suero fisiológico defectuoso elaborado por Medifarma, encendió las alarmas sobre posibles anomalías en la concentración de cloruro de sodio que debe contener este medicamento, de la cual la Dirección General de Medicamentos y Drogas (Digemid), ya había sido alertada días antes.

Medifarma, una empresa con operaciones desde 1964, presente en cuatro países de América Latina, pertenece al Grupo Picasso Candamo, un conglomerado cuyas inversiones están distribuidas en varios sectores de la industria peruana como los sectores inmobiliario, alimentario, minero y otros. Su fuerte presencia en el rubro de la salud le ha valido para mantenerse como una de las empresas favoritas del Estado peruano desde tiempo atrás. Entre 1999 y 2024 registraron contratos con el Estado por un monto que bordea los 979 millones de soles. Además, según un informe de Ojo Público, entre 2015 y 2018, Medifarma se constituyó como la segunda empresa con mayor contratación de fármacos  por establecimientos de salud pública en cinco regiones del país (Áncash, Huánuco, Junín, Puno y Cusco), pese a haber sido observada catorce veces en 2011 por haber incumplido los plazos establecidos para la entrega de los productos, según registros del propio Ministerio de Salud. Su incumplimiento de contratos o compromisos no es novedad, es una práctica recurrente que ha sido penalizada con más de 1 millón de soles por el Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos en Salud, por el retraso ocasionado en el abastecimiento de medicamentos necesarios para la atención médica entre 2015 y 2017.

Cabe señalar que Medifarma, junto a otras dos empresas del mismo rubro, IQ Farma y AC Farma, son parte de la Asociación de Industrias Farmacéuticas Nacionales (Adifan), un gremio empresarial que concentra la producción de medicamentos en el país y que se opuso a la compra centralizada de medicamentos genéricos por parte del Estado, que fuera aprobada mediante un Decreto Supremo de Urgencia en 2019. La negativa argumentaba que el Estado estaría infringiendo la Constitución al intervenir en la economía y pretender regular una actividad que se desarrolla por libre competencia. En realidad, estas empresas buscaban frenar la acción estatal que les exigía tener en su stock treinta y cuatro medicamentos genéricos comunes, si no podrían ser sancionadas con hasta con 2 UIT. El malestar real de estas grandes empresas quedó en evidencia a través de las declaraciones que en su momento brindó el entonces presidente de Adifan, José Silva, “El Estado no puede obligarte a tener en tu inventario productos que quiera que tengas con tu dinero…”. Sin duda, una clara muestra del espíritu empresarial. Luego de idas y vueltas, en febrero de 2024, dicho Decreto quedó sin efecto a raíz de la decisión del Ministerio de Salud de no prorrogar su vigencia. Si bien el mismo tuvo deficiencias y no logró garantizar el acceso de la población a medicamentos esenciales de bajo costo, hoy no contamos con una normativa expresa o la voluntad política que busque subsanar tales vacíos. No se conoce lo que el ministro de Salud, César Vásquez, pretende en esta materia para no seguir dependiendo de medidas cortoplacistas, pese a haber señalado, un año atrás, que estaban preparando un proyecto de ley.

En 2024, el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual, inició un proceso sancionador de oficio contra quince empresas debido a una presunta colusión en procesos de compra de medicamentos esenciales, convocados por el Estado entre el 2006 y 2020 por un monto de 6000 millones de soles. En dicho negocio alrededor de la concentración y distorsión de precios y prácticas anticompetitivas que perjudicó a miles de pacientes que se atienden a diario en los establecimientos de salud pública, está involucrada como principal empresa, Medifarma. En un reciente anuncio del ministro de Salud, se informó que el Ministerio Público archivó dicha investigación.

Si bien el hoy ministro acuñista rechaza dicha decisión y denuncia la existencia de una red criminal en la que involucra a la cuestionada Medifarma, su administración no ha sido capaz de prever las medidas preventivas y correctivas para que organismos como Digemid garanticen la calidad del suero de Medifarma, pese a que en 2024 realizaron cuatro inspecciones a dicha empresa. Tampoco logró activar de manera oportuna su sistema de fármaco vigilancia a fin de impedir que se siga distribuyendo el lote afectado. Tarde llegó la orden de inmovilización del Ministerio, junto a la suspensión del registro sanitario del suero en cuestión. Lo que no calcularon Vásquez, ni ningún otro funcionario, fue que dichas acciones ocasionarían un desabastecimiento de este producto esencial en los establecimientos de salud, ya que Medifarma es hoy la principal compañía farmacéutica en vender sueros fisiológicos al Estado peruano. Tal y como lo evidenció un estudio de Salud con Lupa, sólo en 2024 y 2025, las compras hechas a Medifarma representaron el 47% del total del suero en el país, es decir, más de 22 millones de frascos. El nivel de dependencia que tenemos con Medifarma hace imposible que el sector Salud logre paralizar su administración, optando por habilitar su uso bajo medidas que garanticen la calidad del suero.

Genera duda la capacidad de Digemid para comprobar la seguridad del producto, más aún cuando la institución quedó al mando de Sonia Delgado, una exacuñista cercana al hoy ministro, cuya permanencia en el Ministerio de Salud representa la vigencia del pacto entre el partido Alianza Para el Progreso de César Acuña y el gobierno de Boluarte. Si bien la designación de Delgado duró solo un día luego de conocerse un conflicto de interés pues también es accionista de dos empresas farmacéuticas que asesoran a laboratorios en temas de regulación, los malos manejos persisten en el sector Salud y en las entidades regulatorias, favoreciendo a los intereses privados y en desmedro del derecho a la salud de la población.

A la fecha, Digemid no ha logrado confirmar la calidad de treinta y cinco medicamentos en circulación, representando un riesgo para la salud de quienes siguen consumiendo productos de los que no se conoce si efectivamente contienen componentes adecuados para la salud y no ocasionan muertes como el nefasto producto de Medifarma. La debilidad de Digemid es impulsada desde el Congreso, que acaba de aprobar una ley que permite el ingreso automático de medicamentos si la encargada de su regulación en Perú no responde a las solicitudes de registro en un plazo de cuarenta y cinco días,  pudiendo ocasionar que no se corrobore adecuadamente la calidad de medicamentos procedentes de otros países y limitando la capacidad de control del Estado para garantizar la salud de todas y todos los peruanos.

 

desco Opina – Regional / 11 de abril de 2025

El estigma del aborto terapéutico

 

En julio pasado, el caso “Mila” captó la atención de la opinión pública. Como lamentablemente se ha hecho habitual, los medios periodísticos mostraban el caso de una niña de 11 años, embarazada como consecuencia de una violación dentro de su entorno cercano. El calvario de agresiones sexuales en contra de esta niña se inició varios años antes, pero la madre nunca había denunciado al padrastro victimario, por temor a las amenazas. Por otro lado, aduciendo que no había suficientes elementos de convicción, un juez dejó en libertad al violador, obligándole tan sólo a una comparecencia periódica en el juzgado, sumado a ello la Unidad de Protección Especial (UPE) de Loreto, no activó el Protocolo Base de Actuación Conjunta para casos de violencia sexual, es decir, no la derivó a un establecimiento del MINSA, ni mencionó a la familia de la víctima la posibilidad de solicitar la aplicación del aborto terapéutico por los riesgos en la salud de la niña.

Según la legislación peruana, el aborto provocado está penalizado, sin embargo, desde 1924 existe el derecho legal al aborto terapéutico cuya guía de aplicación recién fue aprobada en el 2014, guía médica que establece los parámetros para su aplicación y en donde, lamentablemente, no se consideran los casos de violación, ni mucho menos se establece diferenciación por la edad de la gestante, a pesar de que los riesgos en la salud para una madre niña o adolescente, aumentan conforme avanza la gestación debido a que ni física ni psicológicamente están preparadas para enfrentar este estado, más aún si es consecuencia de una violación sexual. Cabe resaltar que la principal causa indirecta de mortalidad materna de adolescentes es el suicidio (10%). A pesar de todos los riesgos físicos y sicológicos, la Norma Técnica para Servicios Diferenciados de Salud para Adolescentes no alude al aborto terapéutico y no se entiende el por qué, habiendo muchos antecedentes fatales.

En 2017, una adolescente de 13 años falleció al dar a luz y haber entrado posteriormente en coma en un hospital de Ica. La Superintendencia Nacional de Salud (Susalud) investigó lo ocurrido, pero nunca se hizo público un informe. A las adolescentes K.L. y L.C. el Estado peruano les negó el 2001 y 2007 respectivamente, la posibilidad de interrumpir un embarazo que afectaba de manera grave su salud física y mental. L.C. fue víctima de violación de la que quedó embarazada a los 13 años. Tuvo un intento de suicidio arrojándose desde un edificio, hecho que le produjo una paraplejía. K.L. quedó embarazada a los 17 años, pero una ecografía mostró que el feto tenía condición anencefálica y ante ello solicitó interrumpir su embarazo; sin embargo, se le negó esa posibilidad, dando a luz a una niña que vivió tan solo cuatro días. Estos hechos causaron que la joven se sumiera en un estado de profunda depresión.

Debemos resaltar que Perú fue condenado por comités internacionales a pagar reparaciones civiles por vulnerar los derechos sexuales y reproductivos de ambas adolescentes. El caso de Camila no es distinto a los anteriores. Una niña indígena apurimeña de 13 años víctima de violación e incesto a quien se le negó el derecho al aborto terapéutico, y luego de tener un aborto espontáneo, fue acusada y condenada por el delito de autoaborto. Hace pocos meses, el Estado Peruano fue declarado culpable de haber violado los derechos a la salud y a la vida de Camila por no brindarle el acceso al aborto legal y seguro. La sentencia fue emitida por el Comité de los Derechos del Niño de la ONU.

Otro caso lamentable es el de una menor de 9 años de Pucallpa. Ella llegó a un centro de salud por un embarazo y el médico no le ofreció información sobre cómo acceder a un aborto terapéutico ni se activó una actuación conjunta con la policía para denunciar al agresor; no fue hasta que el gobernador se enteró que se realizó la intervención como correspondía. Las cifras muestran que entre 2003 y 2022 solo dos niñas de 11 años o menos lograron acceder al aborto terapéutico en los hospitales del MINSA, esto a causa de la negativa de las autoridades y el temor de las víctimas y sus familiares a la criminalización por la decisión tomada. Solo entre 2012 y 2022, según los datos del Sistema de Registro del Certificado de Nacido Vivo, 68 niñas de 10 años o menos fueron forzadas a ser madres en el Perú.

En nuestro quehacer cotidiano en los distritos y comunidades de selva central, hemos sido testigos de muchos casos como el de Mila que no alcanzan justicia y que posiblemente se vean expuestas a recurrir a riesgosos canales clandestinos de interrupción de embarazos no deseados. Recientemente, hacia inicios de setiembre, tres nuevos casos de embarazo de niñas de 11 años debido a violación se presentaron en Ilo, Tingo María y Huaraz, siendo el último el más grave ya que la menor tuvo que ser trasladada a Lima para para ser evaluada en el Instituto Nacional Materno Perinatal (INMP).

El desenlace del caso Mila, quien logró acceder a un aborto legal y seguro, ha despertado reacciones de sectores conservadores y religiosos, quienes ponen en segundo plano los derechos de las adolescentes víctimas, olvidándose que en el Perú, cualquier relación sexual con una menor de 14 años es considerada una violación; por lo tanto, todos los embarazos de niñas y adolescentes menores de 14 años son producto de violaciones sexuales. Vivimos en una sociedad en la que, tristemente, se ha naturalizado el hecho de que una niña tan pequeña sea sujeta a una maternidad forzada. El derecho a la vida posiblemente sea difícil de ser cuestionado, pero bajo esa premisa de moralidad no se puede condenar a sufrimientos o a la muerte a personas inocentes, por causa de un Estado que no tiene la voluntad para reconocer el derecho a una vida libre de toda forma de violencia. La justicia no puede ser catalogada de moral o inmoral, sólo tiene que ser justa.

 

desco Opina – Regional / 29 de setiembre del 2023

descocentro

Dengue, ni el sistema ni la población están preparados

 

Con 6 fallecidos y 2034 casos de esta enfermedad en la Selva Central, el dengue se ha convertido en una enfermedad silenciosa entre la población, sobre todo entre quienes habitan en un área geográfica con clima tropical. A nivel nacional, hasta la fecha hay 96 fallecidos y 87 290 casos. Tras la declaratoria de la Organización Mundial de la Salud (OMS) del fin de la emergencia sanitaria global por el COVID-19, anunciado el pasado 5 de mayo, Perú enfrenta una nueva emergencia por la epidemia del dengue: la cantidad de casos ya ha superado las cifras registradas durante los años 2017 y 2022. El Ministerio de Salud (MINSA) ha considerado en estado de emergencia a la Región Junín en menos de dos meses, siendo la octava del país con mayor número de casos, lo que muestra la magnitud y rapidez de esta infección y evidencia que las medidas preventivas impuestas por el Gobierno no sirvieron. La ampliación de la emergencia sanitaria (DS N° 002-2023-SA), que la extiende a partir del 25 de mayo por un periodo de 120 días más, demuestra la situación alarmante que estamos viviendo y las limitaciones de la respuesta pública.

Pero ¿qué es el dengue?, ¿y por qué deberíamos darle relevancia al tema? El dengue es producido por la picadura del mosquito, Aedes aegypti, que, a diferencia de otros mosquitos, se ha adaptado a vivir y reproducirse en zonas urbanas muy cerca de los seres humanos.

En la población de la Región Junín existe un grave problema de desinformación. Según el INEI , sólo 6 de cada 100 personas mayores de 14 años conocen cómo se transmite el dengue, reconocen los síntomas, saben qué hacer frente a la enfermedad y cómo deben actuar. Las principales medidas emitidas por las instituciones de salud se centran en medidas de prevención mediante prácticas adecuadas para el uso y almacenamiento del agua. La experiencia muestra la importancia de fortalecer el pilar de la educación en salud, para que la población pueda reconocer los síntomas del dengue y sobre todo los signos de alarma, puesto que ello permitirá que el personal de salud pueda brindar una atención oportuna y evitar que la tasa de letalidad se incremente. Instamos a la población a que se informe y tome las medidas de precaución, así como a acudir a los establecimientos cercanos, si tienen los síntomas del dengue.

Las cifras de la Dirección Regional de Salud de Junín evidencian que en el último mes se han registrado 2034 contagios, es decir, 688 casos más que en el mismo periodo del 2022. La incidencia de éstos se atribuye principalmente a la estrategia del sector, centrada directamente en medidas de diagnóstico, tratamiento, rehabilitación y recuperación. Se trata de un punto importante para el análisis, porque es conocido y se observa que las acciones en materia de salud en el país, son reactivas ante un suceso o acontecimiento, antes que a enfocarse en la prevención y en la promoción de la salud, que resultaría más beneficioso en términos de costo-efectividad y especialmente del cuidado de la población.

Ésta es una debilidad ya observada durante la crisis de la pandemia del COVID-19 y que el MINSA, en articulación con otros ministerios, debiera considerar como prioritaria para sus futuras decisiones y acciones. Es lamentable que no se haya aprendido nada de la experiencia pese a que los establecimientos de salud de la provincia de Satipo ya habían alertado de los primeros casos desde los primeros meses del año; como siempre, si no pasa en las ciudades principales, el Estado hace caso omiso a este tipo de alertas.

En entrevista con un medio de comunicación de la región, el epidemiólogo Gabriel Carrasco Escobar, docente investigador de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, dijo que “el cambio climático va a generar que, zonas donde no existía transmisión de la enfermedad, ahora sean favorables para los criaderos de mosquitos. Hay un alto potencial para que este 2023 sea un año epidémico de dengue en la región y va a depender, en gran medida, de las acciones de control y respuesta a brotes”.

En Piura, la región más afectada hasta el momento, los pacientes con dengue son atendidos en carros y mototaxis en los exteriores de los establecimientos de salud. Parece que el riesgo mayor que estaría mostrando dicha región es el del eventual colapso de los hospitales por falta de recursos elementales que pueden impedirles asegurar una atención oportuna y la cobertura que exige una epidemia que crece rápidamente. Esperemos no llegar a esta situación en nuestra región y que las autoridades territoriales desarrollen una estrategia adecuada y tomen decisiones acertadas para enfrentar la enfermedad.

Quedan flotando muchas preguntas que esperamos se resuelvan de la mejor manera para los intereses y necesidades de la población. ¿La región Junín cuenta con todos los recursos disponibles para abordar esta epidemia?, ¿la salud mental de la población y del personal de salud se verá afectada nuevamente?, ¿se están desarrollando nuevas estrategias para fortalecer la prevención del dengue en la región?, ¿el MINSA tendrá los insumos necesarios para su detección oportuna? Finalmente, ¿cuál es el rol de la población en la prevención y atención del dengue?, ¿la población está informada y preparada para una nueva pandemia?

 

desco Opina – Regional / 26 de mayo del 2023

descocentro