viernes

La dimensión desconocida

En vísperas de cumplir dos años, el gobierno del presidente Humala deja claro no sólo que la Gran Transformación, sino también la Hoja de Ruta son cosa del pasado. Lo prometido ha sido reemplazado por actitudes dubitativas que no auguran nada bueno frente a una crisis que parece haber arribado ya a nuestras costas, bajo el eufemismo de «enfriamiento», usado por el ministro de Economía.
En este contexto, cualquier intento de salirse del libreto marcado, será respondido en coro fundamentalista por la derecha. Así fue con Repsol, luego con la Ley de Consulta y hasta con la Ley de Alimentación Saludable, cuya única intención es cumplir con estándares internacionales establecidos para el consumo de alimentos procesados. Penosamente, ninguna de estas batallas encontró un Presidente convencido de alguna idea. Solo cedió.
En lo que parece una comedia de rectificaciones, el último acto ha sido la renuncia de Rafael Roncagliolo a la conducción de la Cancillería. Su apuesta por los procesos de integración regional y su interés por el contenido político de las relaciones comerciales lo hicieron una de las presas más codiciadas por la derecha extremista, quien nunca dejó de verlo como una especie de quinta columna izquierdista que debía extraerse del Ejecutivo a como diera lugar.
Los objetivos que se planteó Roncagliolo también tuvieron enorme resistencia dentro del gobierno, que olvidó rápidamente su propuesta de fortalecer la CAN y ser protagonistas en UNASUR, persistiendo en que el eje de las relaciones exteriores está en los tratados comerciales, esquema en el que es MINCETUR –y no Torre Tagle– quien ejerce la rectoría de facto de parte importante de las relaciones exteriores. La reciente votación de Perú por el candidato mexicano a la conducción de la OMC, en contra del finalmente vencedor candidato brasileño, por ende de UNASUR, es apenas una perla más de este rosario.
«La punta del cerro», no es sólo el lugar simbólico al que el Presidente Humala remite a opositores, periodistas molestosos y jóvenes con aretes y mechón que deberían hacer el servicio militar. Es también el lugar real donde se asientan gran parte de las concesiones a las empresas mineras que ahora reclaman decisión y fuerza ante la caída del negocio, con la esperanza de que el raspado de ollas permita unos años más de rentabilidad. Sin duda alguna, tales reclamos inciden en las marchas y contramarchas que tiene la ley de consulta y la lista de pueblos indígenas, largamente manoseada por el Ejecutivo y que paulatinamente se desnaturaliza y se reduce a su mínima expresión.
En el camino, como nueva muestra de las dudas gubernamentales, quedó otra autoridad del Ejecutivo, el viceministro de Interculturalidad, quien creyó que en el caso Cañaris debía aplicarse la consulta, siendo rápidamente desautorizado por el ministro de Energía y Minas, evidenciando la ausencia de consenso en el Ejecutivo sobre la base de datos de las comunidades que deben ser consultadas. Semanas atrás, Reuters reportó que la inclusión de las comunidades campesinas, asentadas principalmente en los Andes donde las mineras esperan iniciar nuevos proyectos, generó roces porque sectores del gobierno no las consideran indígenas ni originarias. Finalmente, el gobierno parece decidido a implementar la norma «caso por caso».
Mientras tanto, los aspirantes a candidatos en el 2016 empezaron una guerra de demolición intercambiando acusaciones de corrupción, de la que probablemente salgan maltrechos pero no liquidados políticamente. El escenario se ensucia cada vez más, la popularidad de la pareja presidencial se desliza por una pendiente que se hace diariamente más aguda, mientras distintos temas neurálgicos como la crisis que ya llegó, las cifras sociales que no mejoran, la inversión pública que no despega y la eficacia de los programas gubernamentales que no se ven, no son parte de ninguna agenda.

desco Opina / 24 de mayo de 2013
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martes

Huancavelica lucha contra la disminución de sus alpacas

Huancavelica siempre ha sido una región importante para la producción de alpacas en el Perú. Sin embargo, las cifras preliminares del IV Censo Nacional Agropecuario (CENAGRO 2012) muestran que, de 1994 al 2012, ha sido desplazada del tercer al cuarto lugar a nivel nacional y que es la única de las cinco ‘grandes’ regiones alpaqueras (con más de 200 mil cabezas) que muestra una disminución considerable en su producción.
Los datos registran una disminución de 8.4% (-27,881 cabezas) entre el Censo de 1994 y el de 2012. No obstante, creemos que en este caso hay que tomar las cifras con pinzas. Desde el trabajo de campo en promoción y desarrollo rural que el Programa Sierra Centro de desco ha realizado en el sector, tenemos razones para pensar que en este caso podría haber un ligero subreporte en el número de alpacas, principalmente por dos elementos: (a) En Huancavelica el censo estuvo a cargo de encuestadores que al parecer no fueron especialmente preparados para recoger información del sector alpaquero. Es preciso señalar que los encuestadores en los censos anteriores fueron alumnos de los últimos años de universidades e institutos superiores estudiando carreras en la rama agropecuaria, mientras que en este censo, la mayoría tenían educación técnica, pero no en esta rama y, (b) En nuestra experiencia de muchos años en este sector, creemos poco probable que los productores huancavelicanos declaren el número exacto de cabezas por miedo a pagar impuestos o contrapartidas en sus comunidades.
Sea como fuere, las cifras del CENAGRO dicen que Huancavelica actualmente cuenta con 302,609 cabezas de alpacas. De acuerdo al trabajo de campo de desco, podemos tener una idea aproximada sobre su distribución por provincias: Huancavelica 42%, Huaytará 23%, Castrovirreyna 19%, Angaraes 15%, mientras que Acobamba, Churcampa y Tayacaja juntas solo llegarían al 1%
Un componente presente en la propuesta alpaquera para la región es la transformación y comercialización de sus productos para garantizar valor agregado y mercados que aseguren rentabilidad y mayores ingresos a los campesinos y productores agropecuarios. Un claro límite para el desarrollo de esta actividad es la escasa implementación de la red de energía eléctrica en la región que aún está lejos de ser universal.
Las zonas que cuentan con este servicio, (en su modalidad monofásica) encuentran que resulta inadecuada para la transformación de los productos agropecuarios, mientras que solo algunas capitales distritales y las provinciales cuentan con energía trifásica. La implementación de este servicio debe priorizar redes eléctricas en las zonas rurales para el desarrollo de las actividades de transformación y agroindustria en el campo; el servicio de energía eléctrica no solo se limita al uso de postes de luz. Los actores clave para sumarse a superar esta y otras limitaciones en el sector alpaquero de Huancavelica son: las comunidades campesinas, los comités y asociaciones de productores, los gremios de los alpaqueros, la cámara de comercio, gobierno regional, dirección regional de agricultura y las universidades. Todas ellas deben ponerse fuertes y gestionar la obtención de electricidad de redes trifásicas, que promueva la captación y transformacion de la fibra a precios sostenibles.
Las experiencias tanto del sector público como del privado para promover estas iniciativas ya se están dando en nuestro país. Un ejemplo claro es Puno donde se invertirán S/. 48 millones en el sector alpaquero, así como la instalación de plantas de procesamiento de la fibra de alpaca y otros incentivos que contempla para el año 2013. De esta manera el sector alpaquero en esta región será fortalecido. La fuerte inversión es parte de la implementación de un proyecto de mejoramiento genético que será ejecutado en los próximos seis años. Según la autoridad regional de Puno, «nunca antes un gobierno regional hizo tanta inversión a favor de los alpaqueros».
En el caso huancavelicano existen algunas iniciativas para fortalecer el sector, tales como la creación de la Dirección Regional de camélidos Sudamericanos – DIRCAM, así como la reactivación de la Mesa de Concertación Alpaquera (MECOAL) cuya labor se da en la articulación entre los entes gubernamentales y los productores y que a la vez viene desarrollando lineamientos de políticas para que este sector sea declarado como prioritario en la región.

desco Opina - Regional / 21 de mayo de 2013
Programa Sierra Centro
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lunes

JDC debe continuar

Las largas colas y los rostros genuinamente conmovidos de los ciudadanos que salían del velorio de Javier Diez Canseco en la casona de San Marcos, nos llaman la atención sobre la magnitud de la pérdida. El adiós público es lo que corresponde, precisamente porque JDC ha puesto de relieve no solamente valores y virtudes que de seguro harán falta en su círculo de familiares y amigos cercanos durante el largo proceso del luto, sino virtudes públicas, es decir, construidas por fuera del ámbito de nuestras riquezas o miserias individuales, dirigidas al corazón del vínculo social peruano. Por eso, una forma de recordarlo, es que su voz permanezca y que su agenda continúe.
Una lucha especialmente tenaz que libró Diez Canseco fue contra la corrupción. Como se ha señalado en múltiples espacios, éste es el tipo de causa que le generaron odios viscerales entre sus más «destacados» adversarios. Desde el Parlamento JDC presidió la Comisión de Delitos Económicos y Financieros para investigar los hechos de corrupción en el periodo 1990 – 2001, liderando un proceso ejemplar que le dio un conocimiento sobre el funcionamiento de los engranajes de la corrupción en el gobierno que probablemente solo ostenten quienes, desde el otro lado, han detentado el poder el suficiente tiempo como para saber por dónde viene el dinero.
Hoy que la llamada ‘megacomisión’ acaba de obtener del Congreso un plazo de 120 días adicionales conviene que las organizaciones de la sociedad civil en pro de la transparencia gubernamental apoyemos decididamente su labor, sobre todo cuando se procedió al rápido archivamiento de los indicios sobre los ‘colegios emblemáticos’ mientras el caso de los ‘narcoindultos’ sí ha motivado apasionadas versiones de parte.
Todo ello, mientras tenemos que asistir al espectáculo inverosímil de la congresista Martha Chávez señalando con el dedo acusador a otro ex presidente por las compras de su suegra mientras el líder máximo de su partido se declaró culpable de flagrantes casos de corrupción en 2009. Cabe señalar que uno de los pocos que señaló con claridad que esa era precisamente una maniobra para evitar que se ventile el caso, afectando las posibilidades de la entonces candidata Keiko Fujimori, fue Javier Diez Canseco.
Otro tema insistente y notorio en la acción política del parlamentario fallecido fue el ejercicio de derechos, que no se redujo a los de la población con discapacidad. En ese sentido, sus posiciones están en el centro mismo de temas álgidos como la Ley de Consulta Previa, actualmente en el ojo de la tormenta a propósito de la renuncia del Viceministro de Interculturalidad. El Presidente mismo agregó más confusión al señalar en una entrevista que, prácticamente solo habría comunidades indígenas en la selva, que antes se llamaban «no contactados». Además de insinuar, que las comunidades campesinas de la sierra, como fueron «inventadas» por Velasco, no tendrían nada de indígenas. Es decir, exhibiendo una ignorancia digna de mejor causa que por suerte puede ser cuestionada y rebatida.
En la práctica, parece que ni siquiera en el caso Cañaris, una de las pocas comunidades que ha mantenido su nombre desde antes del Virreynato, se negociará la obtención de rentas mineras provenientes de la gran inversión: parece que los proyectos van a ir sí o sí, lo que en la práctica nos está llevando a revocar las promesas presidenciales al formular la Ley y a decir a algunos comentaristas que la Ley de Consulta Previa termine como un fracaso más. Es indudable que la defensa cerrada de los Derechos Humanos de JDC hubiera hecho eco de los reclamos de las comunidades que, nuevamente, se ven ninguneadas puesto que el gobierno ha anunciado, poniendo el parche, que una gran cantidad de proyectos serán exonerados de cualquier consulta.
El parlamentario del Partido Socialista será reemplazado en su escaño por Manuel Dammert, actual miembro del frente Fuerza Ciudadana, que incluye al PS y a otras agrupaciones de izquierda. Mientras tanto, la figura de JDC crecerá aún más como un símbolo de reivindicaciones muy claras a partir de las cuales podrían aglutinarse voces diversas alrededor de un proyecto común para hacer del Perú una sociedad menos excluyente, menos injusta y más vivible. Seguramente ese sería el mejor homenaje para un dirigente que más allá de sus errores, siempre apostó por la unidad de quienes creemos en el cambio.


desco Opina / 13 de mayo de 2013
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miércoles

Respuesta que tarda, no resuelve

Luego que el MINAG anunciara la asignación de un presupuesto de 100 millones de soles para atender la emergencia ocasionada por la plaga de la roya, el gran número de familias caficultoras peruanas, lejos de sentirse atendidas, se mueven entre el desconcierto y la desazón.
La crisis de la roya deja en evidencia la necesidad de concertación en el sector cafetalero. Ello se ha hecho sentir, en primer lugar, en la marcada divergencia en torno a las cifras de afectación de los cultivos. Mientras que el titular del Ministerio de Agricultura manifiesta que estaría comprometida el 20% de la producción, la Junta Nacional del Café afirma que el daño alcanzaría el 50%. Es evidente que las mesas de concertación técnica anunciadas en marzo no están funcionando, o sus integrantes no están dispuestos a manejar criterios homologados de medición del impacto.
Sin un diagnóstico técnico confiable y concertado que dimensione objetivamente el problema fitosanitario, es poco probable que las medidas de atención –y los montos establecidos para llevarlas a cabo– alcancen los resultados esperados.
Las divergencias referidas al conteo y costeo de la crisis de la roya también muestran un problema de prioridades. Los balances priorizan el número de hectáreas perjudicadas, y con base en la proyección de las exportaciones, se estima la pérdida de divisas, dejándose en segundo plano las cifras de desempleo considerando que el cultivo del café es el que genera más empleo en el sector agrícola, unos 43 millones de jornales directos y cinco millones de indirectos. Dicho de otro modo, el centro de la preocupación pública por la crisis cafetera está ocupado por las divisas en riesgo, dejando poco lugar para las familias en riesgo.
Casi el 80% de los fundos cafetaleros son de menos de dos hectáreas y se ubican en la producción de carácter familiar. Es este escenario el que hay que tener en mente al discutir cómo el Estado ha diseñado el gasto de los 100 millones de soles destinados a dar respuesta a la crisis. Se requiere claridad acerca de cómo las soluciones llegarán hasta las chacras de los caficultores –sea en créditos o en insumos– y cómo se garantizará que las inversiones sean avaladas por asistencia técnica.
La crisis de la roya actualiza otra crisis, persistente en el café peruano: la de asociatividad y representatividad. Mientras la Cámara Peruana del Café representa a las más importantes empresas, la Junta Nacional del Café representa a unas 43 mil familias de 44 organizaciones, apenas al 28% de las 150 mil familias cafetaleras del Perú. Por otro lado, no todas las organizaciones de productores están vinculadas a instituciones de segundo nivel, muchas sólo alcanzan el nivel comunal. No sólo hay un 72% no representado, sino que es probable que un número aún mayor no tenga capacidad de gestión del apoyo estatal o de otra fuente. Tratando de sacar una oportunidad de la desgracia, este tal vez sería el momento de promover una asociatividad cafetalera.
En conclusión, el apoyo estatal están tardando tanto que se teme que llegue cuando nuestra caficultura esté cercana a una capilla ardiente, porque la solución que tarda, no siempre resuelve.


desco Opina - Regional / 8 de mayo de 2013
Programa Selva Central
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