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La emergencia como agenda política del Gobierno


La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado como pandemia al coronavirus (Covid-19). En Perú, ya ascendió a 28 el número de casos confirmados de personas infectadas, aumentando los niveles de alarma que los medios de comunicación potencian, pero también la completa seguridad que tenemos todos los peruanos de la poca operatividad que muestra el sistema de salud, hoy y siempre.
Esta situación no hace más que confirmar que las acciones del Presidente no forman parte de una estrategia de prevención, porque el Estado peruano no tiene medios necesarios para ello. Como ejemplo trágico, miremos lo que sucedió semanas atrás cuando un hospital de emergencias, de categoría nacional, colapsó cuando se presentaron 50 heridos por la deflagración ocurrida en Villa El Salvador. Igualmente, cuando ocurrió un hecho tan execrable como la violación y asesinato de una bebé, buscó que se le prestara atención sugiriendo que la vuelta de la pena de muerte era  una opción que debe ser analizada ”.
En esa línea, vemos que en el mundo oficial del país pocos se conmueven con la propagación del dengue, que ya cobró 22 víctimas mortales y más de doce mil infectados en lo que va del año, registrados mayormente en zonas amazónicas. Y ni que hablar de los casos de niños contaminados con plomo en la sangre por la actividad minera en Pasco.
No nos engañemos. El Presidente se mueve de acuerdo a lo que las marquesinas y el show mediático le ofrecen como oportunidad para sostener su gobierno, con el único objetivo de sobrevivir hasta julio del 2021, cuando le toque dejar el cargo que asumiera cuando Pedro Pablo Kuczynski renunció a la presidencia hace casi dos años.
Así, vamos sumando una serie de problemas sanitarios y de salubridad, que alimentan nuestra profunda desconfianza hacia el Estado y facilita enormemente que cualquier ocasión, como la originada por la presencia del coronavirus, genere acciones colectivas de pánico, como las que experimentamos estos días.
Es decir, el «problema» no es que se nos «capacite» para conducirnos en situaciones de emergencias y buscar sanciones morales a los que no lo hacen. Las emergencias no son tales entre nosotros, porque son parte de nuestra cotidianeidad: estamos permanentemente en emergencia dadas las condiciones deplorables en las que vivimos como sociedad, no solo en torno a la salud, sino en muchos otros aspectos relacionados con los derechos de los que estamos privados –sobre todo las poblaciones en situación de pobreza y extrema pobreza que son las más vulnerables– como ciudadanos. A ello hay que agregarle la absoluta incapacidad de respuesta que tiene el Estado.
En este contexto, resulta paradójico que el Presidente anuncie con bombos y platillos la designación del año 2020 como el “Año de la Universalización de la Salud”, título poco adecuado en el marco de todo lo antes expuesto y en el que el foco de atención más allá de la declaratoria de pandemia del Covid-19, debería ser la crisis del sistema de salud a nivel nacional.
A ello se suma el hecho de que el mercado de los medicamentos esté dominado por ciertos grupos de poder; que en el país existan solo 16 camas por cada 10 mil habitantes (sin que se mencione en qué lugar ni el estado de las mismas), comparado con otros países como Chile con 21 camas, Brasil con 24 y España con 32, para el mismo número de habitantes. O como en Canadá, por ejemplo, que dispone de 16 médicos por cada personal administrativo; mientras que en el caso del Perú la situación se invierte, pues hay solo un profesional médico por cada 3 administrativos. Toda esta situación no hace más que develar un sistema incapaz de atender a una demanda que, con o sin pandemia, se encuentra colapsado, pero que no tendrá la atención del mandatario de turno mientras que no sea portada de medios; por ello nos atrevemos a afirmar que más que un gobierno que planifica la llegada del bicentenario, es una estación de bomberos que demostrará su capacidad de apagar incendios con fecha de vigencia hasta el 28 de julio del 2021.


desco Opina / 13 de marzo de 2020

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