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Alpaqueros de la sierra central en tiempos de cambio climático



Perú integra la lista de los países más susceptibles a los embates del cambio climático, cuyos efectos negativos son percibidos en la actualidad sobrepasando los límites permisibles para la crianza alpaquera. La sierra central soporta hoy un clima sumamente agresivo con variaciones extremas imprevisibles en la alta puna (-20 ºC), presencia inusual de vientos, granizada, lluvias a destiempo, sequía, veranillos prolongados, enfermedades nuevas, entre otras consecuencias negativas del cambio climático. Las sociedades alpaqueras siempre han vivido adaptándose a la variabilidad climática y a la presencia de eventos extremos; sin embargo, hoy estos son más imprevistos y crueles que los registrados históricamente en el mundo andino.
En este contexto –y en más de una ocasión– las autoridades han declarado el estado de emergencia en varias provincias; sin embargo, las acciones son temporales, insuficientes y no mantienen la continuidad necesaria. Frente a ello, los alpaqueros por iniciativa propia vienen desarrollando una serie de acciones paliativas para proteger la crianza: construcción de dormideros abrigados, elaboración de protectores para cada una de las alpacas, rotación de canchas y efectuando mejoras en la gestión de las praderas andinas, entre otras prácticas; las cuáles no son suficientes para mitigar y adecuarse a estos nuevos escenarios climáticos. Pese a que desde el Estado se ha fomentado y puesto en práctica algunas iniciativas como la construcción de cobertizos, la dotación de heno en pacas, la provisión de multivitamínicos y kits de productos veterinarios a fin de proteger a los animales para que resistan eventos extremos, estas no han sido suficientes ni menguado en gran medida los daños severos del clima.  
Consecuentemente, las comunidades alpaqueras siguen sumidas en la pobreza y extrema pobreza, dado que no han logrado desarrollarse integralmente ni superado las precarias condiciones de crianza. Entre otros factores debido al lento proceso de innovación tecnológica, carencia de asesoría adecuada, deficientes infraestructura productiva y de manejo ganadero, ausencia de recambio generacional en los criadores, fragilidad institucional y organizativa, y deterioro del medio ambiente; todo ello sumado a otras limitaciones sociales, económicas y políticas. Bajo este contexto la crianza de alpacas está lejos de ser considerada una actividad rentable y competitiva; más aún cuando el subsector alpaquero no ha sido priorizado por el gobierno nacional, regional ni por los gobiernos locales de turno, quedando rezagado su desarrollo frente a otras especies ganaderas.
Existen experiencias exitosas de bajo costo que pueden ser replicadas masivamente como aporte tecnológico al subsector alpaquero, como la desarrollada por desco para reducir el número de pérdidas de crías, por ejemplo. En esa línea, las políticas sectoriales deberían considerar planes, programas y proyectos que contemplen mecanismos para la adaptación y mitigación de los efectos negativos del cambio climático. Adicionalmente, priorizar la atención al subsector alpaquero en temas vitales como son el manejo de los recursos hídricos (gestión social del agua) a fin de asegurar la alimentación de los camélidos con buenos pastizales, el diálogo tecnológico y el empoderamiento del productor, la dinamización de la cadena de valor de la fibra, entre otros aspectos.

Debemos señalar que el Pleno del Congreso de la República aprobó por unanimidad el dictamen del proyecto de ley que declara de necesidad pública e interés nacional la creación e implementación del Instituto Nacional de los Camélidos Sudamericanos como organismo descentralizado, autónomo y adscrito al Ministerio de Agricultura y Riego. Esperamos que esta iniciativa apunte a proveer mecanismos que permitan convertir la crianza de camélidos en una actividad rentable y competitiva que redunde en la  reducción de los niveles de pobreza de los alpaqueros y logre mejoras sustantivas en su calidad de vida.

desco Opina - Regional / 22 de setiembre de 2017
Programa Regional Centro

1 comentario:

mario dijo...

La crianza de alpacas y el apoyo a los alpaqueros debería estar entre los puntow principales de nuestra agenda de fortalecimiento de la producción nacional. Lamentablemente la estructura de producción y comercialización vigente se mantiene por la debilidad de las organizaciones alpaqueras, la falta de compromiso del estado con estos productores y los intereses de las grandes firmas comercializadoras que obtiene un gran margen de ganancia tal como están las cosas.