Los resultados de las elecciones regionales en gran parte de la Macro Región Sur, al igual que en el
resto del país, se han caracterizado por la atomización y dispersión del voto
entre una gran cantidad de candidatos interesados en ocupar los cargos
regionales. En seis departamentos de los siete que la componen (Arequipa, Puno,
Apurímac, Cusco, Madre de Dios y Tacna), habrá segunda vuelta.
No hay duda de que en la primera parte de la campaña electoral regional
se presentaron candidatos con el legítimo interés de contribuir al desarrollo
regional, pero ha habido otros que han buscado acceder a los recursos públicos
con propósitos menos claros. La gran cantidad de listas y candidatos tachados
por plagiar programas de gobierno, las denuncias por vinculaciones con el
narcotráfico, la minería ilegal, las diversas manchas en las hojas de vida,
etc., sugieren tal interpretación. Hay que mencionar también el interés por los
recursos de los que se dispondrá en estos departamentos con la apertura de nuevos proyectos mineros. No
olvidemos que es en el sur donde se va a concentrar la inversión minera del país en los próximos
años. Así tenemos que en Tacna se presentaron 19 candidatos, en Arequipa 17, en
Puno 16, en Cusco 13, en Madre Dios 10, en Apurímac 10, y en Moquegua 8
candidatos.
Prácticamente terminado el escrutinio de los votos, los dos candidatos
más votados que no alcanzaron el 30% más uno de los votos válidos en sus
regiones, comenzaron la campaña para la segunda vuelta apelando a diversas
estrategias: unos han preferido iniciarla con ataques al contrincante, otros
están buscando y pactando alianzas, mientras un tercer grupo todavía guarda un
silencio táctico. Por otro lado, algunos candidatos eliminados en la primera
vuelta vienen exigiéndoles precisiones a sus propuestas, a fin de contemplar un
eventual apoyo, mientras que otros, sin tener militancia, llaman a viciar el voto.
En Arequipa la campaña de la segunda vuelta comenzó con ataques. Pedro Pablo Kuczynski abrió un flanco con sus declaraciones de apoyo a Javier Ismodes (Arequipa Renace),
que la candidata Yamila Osorio (Arequipa Tradición y Futuro) aprovechó para
calificar a su rival como el candidato de la derecha; por su parte, Ismodes
califica a Osorio como la candidata de los contratistas, basándose en una denuncia
aparecida en medios los últimos días de la primera campaña. Ambos sin embargo,
han sido considerados por los otros candidatos como representantes del
continuismo de Juan Manuel Guillén, que luego de dos gestiones, viene siendo investigado por
varias irregularidades. Esta última semana, Yamila Osorio ha recibido el apoyo
de los alcaldes de la provincia de Caylloma, la segunda provincia con mayor
población de la región y de otros de los distritos más populosos de Arequipa,
mientras que Javier Ismodes ha decidido reforzar su campaña en provincias,
donde el voto le fue mayoritariamente esquivo. Cualquiera de los candidatos, de
ser electos, tendrá que lidiar su primer año de gobierno con un presupuesto
reducido, por la disminución de las transferencias del canon minero, y una
serie de demandas de las provincias, pues también los presupuestos municipales han sufrido recortes. En cualquiera de las opciones, y con fines de evitar
problemas de gobernabilidad, el triunfador deberá forjar alianzas pues la
mayoría del Consejo Regional proviene de otros movimientos o agrupaciones.
En Puno, Juan Luque Mamani (PICO) y Walter Aduviri (Democracia Directa),
guardan silencio midiendo sus fuerzas. PICO ha logrado siete de las trece
alcaldías de Puno, mientras que Democracia Directa ninguna. Sin embargo, el
perfil reivindicativo de Aduviri es más fuerte que el de Luque en el imaginario
popular, en especial en la zonas aymaras del altiplano, y aunque con respecto a
los quechuas son una minoría electoral, muchos analistas regionales no se
atreven a predecir su derrota sobre todo por la identificación del candidato
con las zonas rurales y el apoyo que tiene en las provincias del norte, donde
se concentra mayor población. Ambos todavía tienen pocas adhesiones de los
partidos y movimientos derrotados en la primera vuelta, pero Luque es, sin duda,
quien tiene menos rechazos. En el caso de esta región, la composición del
consejo está más equilibrada, así que no se avizoran mayores problemas.
Este es el panorama de la segunda vuelta en Arequipa y en Puno, que
prevé, por el momento, resultados inciertos en la conformación del mapa
político de la Macro Región Sur para los próximos cuatro años.
desco Opina - Regional / 17 de octubre de
2014
Programa Regional Sur
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