Pocas
semanas atrás, ‘Pasco Verde’,
movimiento político del Presidente
Regional de Pasco, lanzaba la campaña de reelección de Kléver Meléndez y
dosificando la presentación de otros precandidatos a las alcaldías. Cuatro años
de gestión habían servido para posicionar al candidato en toda la región. Sin
embargo, la detención del candidato por presuntos actos de corrupción a inicios
de junio sirvió como detonador del inicio de campaña.
Los
locales de Pasco Verde, que días atrás desbordaban su capacidad, a duras penas
convocaban a pocos militantes que, pese a las evidencias, organizaban marchas
de apoyo para la liberación de su líder. Las débiles alianzas con movimientos
locales se quebraron inmediatamente y el escenario fue oportunamente aprovechado
por algunos miembros del partido que para captar a militantes decepcionados,
responsabilizaban de los turbios manejos a una «cúpula corrupta». A pesar de
ello, en Pasco Verde las ambiciones electorales del antiguo entorno subsisten.
En
Pasco, al igual que en muchas regiones, los movimientos regionales conforman la
fuerza electoral más importante. Existen cinco movimientos que cuentan con la
inscripción de cara a las próximas elecciones: Concertación en la Región;
Movimiento Regional Andino Amazónico; Pasco Dignidad; Todos por Pasco; y, Pasco
Verde.
Los
dos últimos movimientos tienen vínculos con el Presidente Regional: Meléndez llegó
al sillón regional primero con Todos por Pasco y tentó el segundo periodo con
Pasco Verde. A pesar de la limitada presencia de los partidos políticos
nacionales en Pasco, esto no implica necesariamente su inexistencia.
Los
partidos nacionales con mayor presencia son Somos Perú y Fuerza Popular. Somos
Perú es liderado por el Congresista Tito Valle, quien en las elecciones pasadas
disputó la segunda vuelta con Todos por Pasco. Los fujimoristas, por otro lado,
respaldaron a Todos por Pasco para hacer frente a Somos Perú, el enemigo común.
Aun
así, no se difunden las causas del cambio de partido. Es de suponer que sería
una estrategia para satisfacer las expectativas de sus nuevas alianzas como Solidaridad
Nacional. El distanciamiento con el fujimorismo fue sin peleas, bastante
conveniente para las partes interesadas en ganar posicionamiento regional.
A
nivel regional todos los grupos políticos (sean estos partidos nacionales o
movimientos regionales) están más interesados en captar a los que se han
quedado políticamente desubicados. No existe una preocupación en generar
corrientes de opinión en búsqueda de justicia de cara a los escándalos en el manejo de los recursos públicos. Los
políticos de las regiones están más interesados en ocupar los espacios
protagónicos que han quedado disponibles en lugar de salir a pedir que se haga
justicia. Tampoco se ha abierto un debate alturado sobre la descentralización,
tema que en el contexto actual debe ser seriamente considerado.
Los
sondeos previos a la detención de Klever Meléndez señalaban que el precandidato
de Fuerza Popular mantenía un expectante segundo lugar con 23%. Es probable que
ante una posible segunda vuelta, querrán reconstruir viejas alianzas. El
capital político del 2010 es un commodity
difícil de dejar ir.
desco Opina - Regional / 11 de julio de
2014
Programa Selva Central
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