Regional
En Arequipa, todos los minerales extraídos durante el primer trimestre de este año, a excepción del oro, tuvieron un volumen mayor al visto en el mismo periodo del 2007, motivado por el aumento del precio y la demanda internacional. Sin embargo, las señales que indican el fin de la bonanza son inequívocas y ya han empezado a evidenciarse, por ejemplo, en la tendencia a la baja en los precios, debida a la crisis financiera mundial, aun cuando se asegure que esta disminución de los precios es sólo coyuntural y que retomará luego su nivel, aunque lentamente.
En todo caso, más allá de las proyecciones, lo cierto es que la contracción de los precios, especialmente el del cobre, tiene efectos importantes en el corto plazo. Por ejemplo, la empresa minera Cerro Verde decidió suspender los 1000 millones de dólares que tenían planeado invertir para su expansión en los próximos cuatro años. Sin embargo, el principal problema para la región será la disminución de las transferencias por concepto del canon minero.
Además, las dificultades se multiplicarán ante la inexistencia de planes de contingencia, que hubieran permitido tener mejores criterios para establecer las prioridades de los proyectos regionales (seguridad, empleo, infraestructura, educación, entre otros). De esta manera, si bien es cierto que vienen ejecutándose proyectos muy buenos (Angostura, la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales, el asfaltado de carreteras, entre otros), generalmente no se ha tomado en cuenta la limitada capacidad de gasto de los gobiernos subnacionales (justificada muchas veces por el retraso en la asignación que debería transferirles el Gobierno Central) y eso ha condicionado la formación de una situación en que muchas actividades indispensables para el desarrollo de Arequipa no han tomado forma.
En esa línea, hay que considerar además la limitación que tienen las municipalidades distritales para la formulación de sus proyectos, pues no deben superar el 30% en el uso de sus recursos. Pero, ello no debe ser pretexto para dejar de lado las responsabilidades del Gobierno Central: son obvias las trabas que pone en la entrega de la asignación de los recursos a la región y los gobiernos locales. Por ello, debe exigírsele más responsabilidad y seriedad, ya que los recursos mineros no serán eternos y no siempre se cotizarán como en estos años. Por eso, el uso eficiente del canon no es una cuestión que se reduce a simple eficiencia administrativa sino que ésta debe verse como una condición para generar resultados en los objetivos de desarrollo.
Otro aspecto que se debate frecuentemente es la distribución del canon. Como se sabe, la ley establece que el 50% de este rubro corresponde al Gobierno Central y el otro 50% se distribuye en el ámbito donde está localizado el recurso. Esto debería cambiarse, por los probables impactos que generan en las brechas de desigualdad y no responder a criterios generales de desarrollo, es decir, si bien puede decirse que esa manera de distribuirlo pone en práctica un sentido de justicia social lo cierto es que genera mayores entrampes para la consecución de objetivos nacionales. Como se ha planteado reiteradamente, una solución pertinente sería la formación de un fondo de compensación que permita derivar parte de los recursos hacia las zonas que no poseen recursos minerales, siempre y cuando se tenga bien formulado un plan nacional de desarrollo que, desgraciadamente, es inexistente hasta la actualidad.
Otra propuesta sería la planteada por la Asamblea Nacional de Alcaldes, que señala que el 50% que va al Gobierno Central sea redistribuido a las regiones que no tienen explotación minera. Sin embargo, esto significaría reprogramar los presupuestos sectoriales, cuya formulación se hace en base a las proyecciones sobre los referidos ingresos.
En todo caso, el fondo del asunto es que la manera como se distribuye puede llegar a situaciones absurdas: en Arequipa, hay distritos que han recibido más dinero que el Gobierno Regional y otras regiones. De esta manera, por ejemplo, el distrito de Yarabamba (provincia de Arequipa), donde se localiza el yacimiento Cerro Verde, el canon representa S/. 5,706 per capita mientras que en el Cercado (distrito principal de la provincia) es de sólo S/. 25 soles.
Finalmente, otra manera de ver este problema es el siguiente. De cuarenta y cuatro proyectos en agenda con recursos del canon en el primer semestre de este año, veintisiete tienen PIM (Presupuesto Institucional Modificado). Si dividimos los treinta y cinco millones de soles de PIM con que cuenta el Gobierno Regional de Arequipa para las diferentes obras incluidas en los 27 proyectos con PIM, tendríamos que a cada uno le correspondería un millón 321 mil soles; además, la mayor parte de proyectos financiados con recursos del canon se aplica al rubro de infraestructura y transporte. Saludamos así esta iniciativa ya que sin vías de comunicación no hay desarrollo; pero también hay otros temas importantes que aquejan a la población día a día, como son la salud, educación, empleo, seguridad ciudadana, entre otros.
Está bien que haya desarrollo construyendo pistas y carreteras, pero también es necesario tener proyectos sociales que tengan impacto regional en la población. Estamos pasando por una etapa de transición hacia una descentralización y esperamos que los próximo años, los errores del pasado sean superados en pro del beneficio de Arequipa.
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