Las comunidades
campesinas son las organizaciones rurales más importantes y tradicionales en la
Región Huancavelica. Actualmente, existen 636 comunidades formalmente
reconocidas, estimándose que su número es de hecho mayor si se considera a
aquéllas que no han tramitado o logrado su inscripción. Se calcula que cada una
de estas está integrada por un promedio de 80 a 100 familias, lo que significa un
total aproximado de 200-250 mil personas, constituyendo alrededor del 50% de la
población regional. Las comunidades poseen también la mayoría de las tierras
agrícolas de Huancavelica y producen los principales bienes agropecuarios
ofertados en el mercado regional y en los de las provincias y distritos de la
zona. Los procesos de los últimos años, sin embargo, las han impactado
negativamente y hoy afrontan problemas derivados de las secuelas de la
violencia, la migración, la escasez de recursos como el agua, la posesión de las tierras y las debilidades organizativas.
En los
últimos tiempos, las comunidades asentadas en las cabeceras de cuenca, zonas
intermedias y zonas bajas mantienen conflictos por el territorio, debido a la incursión
de nuevas empresas mineras y a las amenazas sobre recursos naturales como el
agua. La conflictividad por el recurso hídrico enfrenta a autoridades y
productores campesinos de Huancavelica con autoridades del gobierno nacional y
del GORE Ica, departamento que ha tenido en años recientes un boom en su producción de cultivos de
agro-exportación. Uno de sus problemas ha sido, sin embargo, la escasez de
agua; por ello, el gobierno nacional ha dado medidas para el abastecimiento de
los valles iqueños, impulsando un proyecto para el trasvase de las aguas de la laguna Choclococha, sin tener en cuenta los intereses y las necesidades de los productores campesinos de Huancavelica.
La consecuencia ha sido una sustancial baja en el caudal de agua, por debajo
del mínimo indispensable para mantener la «dinámica hídrica», y la micro flora
vegetal y animal existentes en la cabecera de cuenca.
Actualmente, desde Proinversión se está
promoviendo una asociación pública privada (APP) cofinanciada por el Estado por
varios cientos de millones de soles, para obras de trasvase y afines (canal
colector Ingahuasi y presa Tambo), que afectarían varios miles de hectáreas de
bofedales en la parte alta, justamente territorio de comunidades campesinas. Estas
y otros actores de Huancavelica se
oponen porque perciben esto como una imposición y una amenaza
para la sostenibilidad de su actividad alpaquera y su seguridad hídrica,
demandando un diálogo para lograr acuerdos que beneficien a todas las partes
involucradas, reclamando al
Estado la realización de inversión pública para la sostenibilidad hídrica y la
ejecución de proyectos que impulsen el desarrollo de las comunidades. En ese
marco debe entenderse, por ejemplo, el I Diálogo Interregional «Conflicto por el Agua Ica y Huancavelica», donde
se reunieron e intercambiaron opiniones y propuestas los actores de la cuenca alta,
media y baja del río Ica.
Otro
aspecto a considerar es la relación de las comunidades con los gobiernos
subnacionales (gobierno regional, municipalidades provinciales y distritales). Existiendo
espacios de concertación y participación en estos niveles, aun cuando
limitados, la comunidad no interviene activamente en estos, entre otras razones
por su debilidad orgánica, las dificultades de representación que padecen y la
indiferencia de las autoridades responsables. Por ello, su presencia en el mecanismo de los presupuestos participativos es bastante débil.
Si bien es cierto que el gobierno central tiene la
voluntad de atender a estos sectores pobres con programas sociales y otros, y el
gobierno regional hace esfuerzos para la implementación de programas como Llaqta
Saludable, Yacu Tarpuy,
tales iniciativas todavía
no avanzan como para traer beneficios concretos a la población, generando pesimismo
y decepción en los líderes comunales.
La
comunidad campesina en Huancavelica afronta así retos fundamentales como la
defensa del agua y el logro de acuerdos entre autoridades y actores políticos y
sociales de Huancavelica e Ica, que sean beneficiosos y equitativos para los
productores agropecuarios y la población de ambos departamentos en general.
Esto pasa por un fortalecimiento de las instancias comunales, que contrarresten
tendencias a la desintegración, fragmentación y privatización de sus recursos y
les permita participar activamente en los espacios de toma de decisiones, recuperando
su dinámica organizacional y la gestión colectiva de los recursos comunales,
concretando además, iniciativas que impulsen el desarrollo local.
desco Opina -
Regional / 10 de julio de 2015
Programa Sierra
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