La selva central se siente conmovida por el fallecimiento de una joven de 18 años víctima del temible dengue hemorrágico, ocurrido en Chanchamayo. Como es de suponer, las autoridades reaccionaron tarde, cuando era inevitable que el avance del mal llegara a niveles alarmantes. Este tipo de enfermedad es endémica, es decir, siempre estará presente en la selva central. Al no existir vacunas posibles, desde las dependencias del MINSA se debió coordinar con la Municipalidad provincial, con la UGEL y con las organizaciones de base antes del brote epidémico, para aplicar las medidas de prevención necesarias.
La ciudad de La Merced y los centros urbanos más importantes de la provincia están siendo fumigados, en coordinación entre la Municipalidad Provincial y el sector Salud. Sin embargo, por la frecuencia e intensidad de las lluvias, es limitado el retroceso del zancudo vector, que halla en los recipientes dejados a la intemperie, las condiciones adecuadas para su reproducción. En primer lugar, debemos señalar que el zancudo transmisor de esta enfermedad, a diferencia de otros vectores de su tipo, sólo se reproduce en aguas estancadas pero limpias, es por ello que en las ciudades estos insectos encuentran el hábitat que facilita su reproducción. Esto, sumado a sus hábitos de aparecer entre dos luces (hacia el amanecer o atardecer), garantiza su alimentación picando a los madrugadores o a quienes salen a las calles a la puesta del sol.
Esta epidemia ha puesto en evidencia lo poco preparadas que están las dependencias locales del Ministerio de Salud. Si en las postas y puestos de salud se contara con profesionales médicos en lugar de técnicos, los primeros indicios de la epidemia hubiesen tenido mejor tratamiento. Desde la DIRESA de Junín se están preocupando ahora para dotar de los medicamentos necesarios a los puestos de salud; pero si esta enfermedad, al igual que la malaria, es endémica en la selva central, cabe preguntarse por qué no se hace un trabajo de educación permanente a la población. Con una campaña constante se puede incorporar en los hábitos de la población las prácticas preventivas adecuadas, para desechar los objetos inservibles capaces de acumular agua de lluvia (llantas viejas, latas, botellas, juguetes y frascos), mantener libres de obstáculos las cunetas para que circulen las aguas de lluvia, cubrir los recipientes y tanques de agua de las viviendas, y drenar las piletas públicas por lo menos hasta que la natural proliferación de zancudos, que en tiempo de lluvias se incrementan, reduzcan su presencia hasta niveles controlables. Incluso, la cálida temperatura de la selva hace que las familias busquen ventilación con puertas o ventanas abiertas, sin ningún tipo de malla que limite el ingreso de los insectos, con lo cual se da ventajas a los vectores del contagio.
La emergencia sanitaria ha provocado que la Municipalidad Provincial implemente campañas de erradicación de inservibles, que bien pudo hacerse antes del inicio de la temporada lluviosa, con lo cual se hubiesen reducido los altos costos de tratamiento de los actuales enfermos.
Otro aspecto que ha permitido la proliferación de casos de dengue, es el desconocimiento que tiene la población sobre los síntomas, muchos de los cuales se confunden con los del resfriado común. Por condición económica o por ignorancia, existe la costumbre generalizada de la automedicación, y sólo se acude a los puestos de salud cuando la situación para el afectado es bastante crítica.
En definitiva, esta muerte tal vez pudo ser evitada, porque el Plan Regional de Prevención y Atención de Desastres del año 2007, así como los diagnósticos del sector Salud de Junín, señalan al dengue como un riesgo permanente para los habitantes de la provincia. Si las instancias competentes son conscientes de la vulnerabilidad de la población ante esta enfermedad endémica, entonces por qué en este país se hace habitual que en materia de salud sólo se actúe cuando las lágrimas de alguna familia tengan que dar cortejo a un difunto, por qué no se invierte en sensibilización al respecto, con lo cual se optimizan los resultados y se reducen las víctimas.
desco Opina - Regional / 23 de marzo de 2012Programa Selva Central
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