Los comicios regionales,
provinciales y distritales a realizarse el próximo 5 de octubre constituyen una
oportunidad para el establecimiento de canales de diálogo entre la sociedad
civil y los candidatos a cargos públicos en Junín y Huancavelica. Un tema eje
de este diálogo son las ofertas contenidas en los planes de gobierno,
especialmente aquellas destinadas a abordar la lucha contra la pobreza y el
desarrollo humano en general. Los acuerdos de gobernabilidad son, en este
sentido, un espacio de concertación donde se aborda tales asuntos.
El proceso de concertación ha tenido distinta acogida en Junín y Huancavelica; en el primero, se conformó un colectivo institucional denominado Grupo de Gestores de Gobernabilidad, integrado por un número significativo de organizaciones de sociedad civil e instituciones estatales (JNE, Defensoría del Pueblo), bajo la coordinación de la Mesa de Concertación de Lucha Contra la Pobreza. Se elaboró un documento que sintetiza las principales demandas de la región, el cual se presentó en foro el pasado 16 de setiembre, donde cinco de los trece candidatos estuvieron inicialmente presentes, pero optaron por retirarse ante la inasistencia de dos de sus principales contendores, incluido el presidente regional. En Huancavelica, el panorama fue distinto; el foro realizado el 3 de setiembre tuvo gran acogida por parte de la población y de los candidatos regionales (asistieron siete de los ocho postulantes), quienes expusieron sus propuestas y firmaron el compromiso.
En la campaña electoral anterior del año 2010, se organizaron también foros en ambos departamentos, contándose con una amplia participación de los candidatos y la firma de un compromiso formal en el departamento de Junín. En aquella oportunidad, el candidato finalmente ganador y hoy aspirante a reelegirse (Vladimir Cerrón) tampoco firmó, aun cuando envió una carta reconociendo la legitimidad y el compromiso con los acuerdos del foro. A diferencia del anterior, el candidato triunfante en Huancavelica, que hoy también opta por buscar la reelección, puso su firma en el citado compromiso.
Estos compromisos demandaron reuniones de preparación y talleres, así como foros de discusión, donde los candidatos presentaron sus propuestas, redactándose y aprobándose luego el pacto. En ambas regiones se promovieron acuerdos en torno a temas como la atención a servicios fundamentales (salud, educación, nutrición, lucha contra la pobreza, seguridad alimentaria, priorización de atención a la infancia), infraestructura económica, infraestructura vial, transferencia tecnológica para sectores agropecuarios, reparaciones a las víctimas de la violencia, atención a los pueblos indígenas, participación ciudadana, transparencia, vigilancia y rendición de cuentas, etc. Dependiendo de las características que las regiones configuran.
Sin embargo, una vez firmados, estos acuerdos no han sido asumidos por las nuevas autoridades, debido principalmente a dos factores: la escasa voluntad política existente entre aquellas y la débil organización de la sociedad civil para hacer el seguimiento post foro. Para algunos líderes políticos, los acuerdos de gobernabilidad no son significativos y, por tanto, no se sienten comprometidos con estos, pese a que allí se expresan intereses de importantes organizaciones y sectores sociales.
En el futuro, será necesario que la sociedad civil se dote de mecanismos que le permitan incidir en los Consejos Regionales para la aprobación de tales acuerdos de gobernabilidad, en tanto documentos que expresan consensos sociales que las autoridades deben respetar, incorporando instrumentos de gestión así como el monitoreo y la evaluación de los cumplimientos.
El proceso de concertación ha tenido distinta acogida en Junín y Huancavelica; en el primero, se conformó un colectivo institucional denominado Grupo de Gestores de Gobernabilidad, integrado por un número significativo de organizaciones de sociedad civil e instituciones estatales (JNE, Defensoría del Pueblo), bajo la coordinación de la Mesa de Concertación de Lucha Contra la Pobreza. Se elaboró un documento que sintetiza las principales demandas de la región, el cual se presentó en foro el pasado 16 de setiembre, donde cinco de los trece candidatos estuvieron inicialmente presentes, pero optaron por retirarse ante la inasistencia de dos de sus principales contendores, incluido el presidente regional. En Huancavelica, el panorama fue distinto; el foro realizado el 3 de setiembre tuvo gran acogida por parte de la población y de los candidatos regionales (asistieron siete de los ocho postulantes), quienes expusieron sus propuestas y firmaron el compromiso.
En la campaña electoral anterior del año 2010, se organizaron también foros en ambos departamentos, contándose con una amplia participación de los candidatos y la firma de un compromiso formal en el departamento de Junín. En aquella oportunidad, el candidato finalmente ganador y hoy aspirante a reelegirse (Vladimir Cerrón) tampoco firmó, aun cuando envió una carta reconociendo la legitimidad y el compromiso con los acuerdos del foro. A diferencia del anterior, el candidato triunfante en Huancavelica, que hoy también opta por buscar la reelección, puso su firma en el citado compromiso.
Estos compromisos demandaron reuniones de preparación y talleres, así como foros de discusión, donde los candidatos presentaron sus propuestas, redactándose y aprobándose luego el pacto. En ambas regiones se promovieron acuerdos en torno a temas como la atención a servicios fundamentales (salud, educación, nutrición, lucha contra la pobreza, seguridad alimentaria, priorización de atención a la infancia), infraestructura económica, infraestructura vial, transferencia tecnológica para sectores agropecuarios, reparaciones a las víctimas de la violencia, atención a los pueblos indígenas, participación ciudadana, transparencia, vigilancia y rendición de cuentas, etc. Dependiendo de las características que las regiones configuran.
Sin embargo, una vez firmados, estos acuerdos no han sido asumidos por las nuevas autoridades, debido principalmente a dos factores: la escasa voluntad política existente entre aquellas y la débil organización de la sociedad civil para hacer el seguimiento post foro. Para algunos líderes políticos, los acuerdos de gobernabilidad no son significativos y, por tanto, no se sienten comprometidos con estos, pese a que allí se expresan intereses de importantes organizaciones y sectores sociales.
En el futuro, será necesario que la sociedad civil se dote de mecanismos que le permitan incidir en los Consejos Regionales para la aprobación de tales acuerdos de gobernabilidad, en tanto documentos que expresan consensos sociales que las autoridades deben respetar, incorporando instrumentos de gestión así como el monitoreo y la evaluación de los cumplimientos.
desco Opina - Regional / 19 de
setiembre de 2014
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