Del 5 al 11 de
abril se llevó a cabo el séptimo Foro Urbano Mundial, en la ciudad de Medellín Colombia, evento organizado por Naciones
Unidas para el Hábitat y que se convoca cada dos años, como la principal
conferencia mundial sobre las ciudades. Se trata de un Foro técnico
no-legislativo que convoca el Programa de Asentamientos Humanos de Naciones
Unidas (ONU-Hábitat) para examinar los retos que enfrenta el mundo en relación
a los asentamientos humanos, como la rápida urbanización y su impacto en las
ciudades, comunidades, economías, cambio climático y políticas.
El Foro (WUF
por sus siglas en inglés de World Urban Forum) es la principal conferencia
mundial en ciudades, que recibió esta vez la visita de 22 mil personas con la
participación de representantes de 142 países, aunque como sabemos, la ciudad
de Lima estuvo ausente y no contó con representación, ya que los regidores de
la oposición en el concejo negaron insólitamente el permiso de viaje a la Alcaldesa Susana Villarán a esta cita mundial, a pesar de que esto no generaba gastos a la comuna Limeña.
La cuestionable
decisión tomada por el concejo municipal limeño impidió que haya una
representación oficial de la ciudad de Lima, que no es poca cosa en el mundo,
no solo por su ubicación estratégica en América del Sur, sino también por estar
situada en el puesto 11 en el ranking mundial de ciudades más densamente pobladas. La ausencia de una delegación oficial impidió
mostrar sus retos y desafíos y como es que éstos se enfrentan, en un contexto
en el que se hicieron visibles los problemas de las mega ciudades y se
confrontaron estrategias y alternativas para combatir la desigualdad urbana.
Como lo
mencionara Joan Clos, director ejecutivo de ONU-Hábitat y ex alcalde de
Barcelona (España), la demanda por combatir la desigualdad urbana ante el modelo
predominante actual de un urbanismo, que nosotros identificamos como propio del
ordenamiento económico neoliberal, que «no es suficientemente sostenible, desde
el punto de vista ambiental ni social», debido a que solo alienta las
desigualdades sociales; fue un tema central del evento.
La
participación de la ciudad de Lima en este Foro Mundial de los socios de la
Agenda Hábitat en la que estuvieron funcionarios y expertos de programas
internacionales relevantes, entidades financieras y agencias de cooperación
internacional, hubiera sido un espacio ideal para sacar provecho para nuestra
ciudad capital. Sin duda, el Foro ha servido para identificar nuevos temas, y
las ciudades participantes han podido nutrirse del intercambio de experiencias
de los procesos de crecimiento y desarrollo de las ciudades. Las lecciones
aprendidas en otros contextos urbanos y las buenas prácticas y políticas
implementadas a nivel mundial encuentran en estos eventos la posibilidad de ser
socializadas y compartidas. Son muchas las preguntas que se intentan responder
y centenas las experiencias exitosas de las que se puede aprender, de esfuerzos
que se están haciendo en el mundo, enfrentado a un futuro definitivamente
urbano en el que cada año se incrementa significativamente la población
viviendo en ciudades que demanda y exige servicios básicos, seguridad, empleo,
etc.
Habría que
preguntarse si no se ha desperdiciado, por mezquindad y escasa visión, una
buena oportunidad para intercambiar ideas y enriquecerse con experiencias y
buenas prácticas. Justamente cuando, por ejemplo, se está trabajando el Plan
Metropolitano de Desarrollo Urbano de Lima y Callao (PLAM) que aspira a ofrecer
una propuesta de urbanización sostenible y a alcanzar una mayor equidad en el
desarrollo urbano con la participación activa de los actores presentes en las
ciudades: pobladores, empresarios, instituciones públicas y privadas, universidades,
jóvenes y mujeres, entre otros, para identificar perspectivas de trabajo
conjunto que mejoren la calidad de vida de todos.
desco Opina - Regional / 16 de abril de
2014
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