El 4 de diciembre pasado la Asamblea
General de las Naciones Unidas aprobó la designación del 2017 como el «Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo».
Previo a ese contexto, durante la ceremonia por el día mundial del Turismo en
setiembre del año pasado, el Presidente de la República, señaló que se debe «presentar
al Perú como un destino turístico, cultural y ambiental importante», y en otras
entrevistas mencionó que la meta en sus cinco años de gobierno sería duplicar
el turismo en base a una estrategia integral generando ingresos hasta por US$ 5 mil millones.
Según cifras oficiales, de enero a septiembre de 2016,
llegaron al Perú 2 786 054 turistas internacionales, lo que representa un
incremento de poco más del 7 por ciento comparado con el periodo similar en 2015;
es decir, 202 716 turistas adicionales. A diferencia de otras regiones del país
como Cuzco, Puno o Arequipa que tienen paquetes turísticos muy promocionados y reconocidos en el extranjero, la macro región centro (Junín, Pasco y Huancavelica) tiene
serias deficiencias para implementar una propuesta de desarrollo de turismo
receptivo; sus cifras indican una mínima –o nula– participación regional en
este crecimiento. Esto no quiere decir que en el centro no existan
potencialidades culturales o paisajísticas que puedan ser convertidas en
ofertas turísticas que merezcan ser promocionadas en el extranjero, pero debemos
reconocer que nuestra infraestructura actual (accesibilidad y puesta en valor
de los atractivos), así como la realidad de nuestra planta turística (calidad
de servicio) se convierte en una debilidad que no podrá ser superada en el
corto plazo. Así las cosas, queda por lo menos aplicar una buena estrategia
para fomentar un crecimiento del turismo interno hacia el centro del país,
responsabilidad que, como se señala en el PENTUR al 2025, debe ser compartida
entre el sector público y el privado.
Los gobiernos regionales en su compromiso
de generar empleo deberían liderar los procesos de posicionamiento de sus
atractivos turísticos; sin embargo, según reportes oficiales al 2015 sólo le han asignado el 0.3% de sus presupuestos al tema, lo cual evidencia el distanciamiento entre las
pretensiones del Gobierno Central y las preocupaciones de los gobiernos
subnacionales por convertir al turismo en un verdadero motor de desarrollo económico
regional. Hacer un calendario de festividades locales y un listado de
atractivos, así como contratar a personal entusiasta pero sin la formación
técnica adecuada no es suficiente para promover el turismo. No todas las
regiones del centro cuentan con planes de desarrollo turístico y es de suponer que
sin asignación presupuestal, éstos son simples documentos sin futuro conocido y
no un instrumento para el desarrollo.
El turismo interno hacia destinos del
centro del país tiene un buen posicionamiento, por su cercanía a Lima y su bajo
costo. Desde la capital de la República es Junín quien lidera la receptividad del turismo,
esto sin duda obedece a que es la puerta de ingreso a toda la oferta turística
de la macro región centro. Huancayo recibe a los turistas interesados en la
zona andina, y Chanchamayo a los visitantes interesados en la selva central.
Sin embargo, a pesar de este posicionamiento la tasa media anual de crecimiento
del turismo en Junín entre 1992 y 2014 fue del -0,01%,
lo que claramente señala que existe un pobre aprovechamiento de su ubicación
estratégica. En el caso de Huancavelica esta región ni siquiera figura en las
cifras de PromPerú y cuando se requiere de información de la oferta regional tanto
en atractivos como en planta turística, los datos son tan escuetos que ni
siquiera motiva a los propios lugareños.
En el caso de Pasco, la receptividad turística se concentra
en Oxapampa dejando de lado a los atractivos andinos de esta región como el
Bosque de Piedras de Huayllay. A pesar de que este crecimiento se debe al
empuje de una sola provincia, la tasa media anual de crecimiento del turismo interno histórico de Pasco es de 2,62%, superando
ampliamente a Junín y Huancavelica. Junín tiene una oferta turística variada que genera muchos
empleos y un aporte importante al PBI regional, sin embargo, tener atractivos
diversos no es suficiente para salir del virtual estancamiento en que se
encuentra. Por su parte, en Pasco el mérito por posicionar ese destino es un
esfuerzo de los empresarios de la provincia de Oxapampa y en menor medida de
sus gobiernos locales, que independientemente de sus limitaciones financieras se
esfuerzan por abordar el tema.
Recientemente el MINCETUR ha lanzado el
programa Turismo Emprende, y ahora los emprendedores se muestran
interesados en elaborar sus planes de negocios. Cabe señalar sin embargo, que
estas propuestas deben articularse a los planes de desarrollo y a las
estrategias regionales para que el Programa cumpla con los objetivos propuestos.
Adicionalmente, deben ser acompañadas por los gobiernos locales porque de lo
contrario será una buena iniciativa que en el corto plazo resultará
intrascendente.
desco Opina - Regional
/ 13 de enero de 2017
Programa
Regional Centro
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