Desde finales de los años noventa, las autoridades
de los distritos del llamado «cono sur» de la capital han intentado
generar y mantener mecanismos de coordinación para enfrentar problemas
comunes de gestión municipal e, incluso, de planeamiento articulado del
territorio. En el contexto de cambio por la caída del régimen
fujimorista, la Mesa de Alcaldes del Cono Sur fue un referente
importante en el debate municipal.
La Asociación de Municipalidades del Área Sur de Lima- AMASUR,
creada en junio de 2007, es un intento de las autoridades municipales
de esta zona por responder a incentivos a la asociatividad municipal
como la Ley N° 29029 “Ley de la Mancomunidad Municipal”. Al
acercamiento entre Villa El Salvador, San Juan de Miraflores, Villa
María del Triunfo y Pachacamac, se sumó entonces el distrito de San
Borja. Esta asociación ha tenido un transitar bastante irregular, con
resultados limitados que a la larga no tuvieron trascendencia en el
territorio.
Actualmente, y ya desde el programa electoral de la Alcaldesa, la Municipalidad Metropolitana propone la conformación de áreas interdistritales
en Lima, retomando planteamientos de los sucesivos planes de desarrollo
de la ciudad. En un primer momento el esquema presentado por Villarán
en el Congreso de La República señalaba una eventual confluencia de los
43 distritos capitalinos en ocho áreas
(Lima Norte, Expansión Balnearios Norte, Lima Sur, Lima Este, Lima
Sureste, Expansión y Balnearios Sur, Centro Ciudad Consolidada y Lima
Noreste-San Juan de Lurigancho). Si bien estas responden a una lectura
de unidades relativamente homogéneas de planificación, no tomaba en
cuenta directamente los esfuerzos de articulación que los alcaldes, los
funcionarios municipales y diversas organizaciones sociales han ido
gestando a lo largo de diversos foros y espacios de concertación.
El proceso de consulta ciudadana para la elaboración del Plan de Desarrollo Concertado de Lima al 2035 intenta hoy, a través de sus «encuentros interdistritales»
poner en discusión la fórmula para una gestión descentralizada de la
urbe. En ese contexto, se especula entre funcionarios y regidores de
Lima Sur, que los directivos de AMASUR estarían evaluando dar paso a la
conformación del Área Interdistrital Sur, esta vez con la participación
del distrito de Lurín. Lima Metropolitana cuenta hoy con siete procesos de asociatividad municipal que
deberán servir como referencia a la conformación de áreas
interdistritales. En este marco, superar la fragmentación existente y
construir racionalidad en la gestión del territorio no es un asunto de
expedientes y discusiones «técnicas»; todo lo contrario, requiere hacer
explícitos los factores políticos que implica la gestión de servicios
públicos como el transporte, el agua y el saneamiento, las grandes
inversiones públicas y privadas y, de manera cada vez más apremiante, la
gestión del suelo urbano
y las nuevas habilitaciones tras las que presionan los capitales
inmobiliarios y su poderoso aliado, el Ministerio de Vivienda, otro de
los sectores olvidados por la promesa de la Gran Transformación de
Humala.
La advertencia es clara para la gestión Villarán, en particular,
para el equipo del Plan de Desarrollo Concertado, liderado por el
Instituto Metropolitano de Planificación. De obviarse la concertación
política y la previsión de canales de participación ciudadana - más allá
de los alcaldes de turno- se corre el riesgo de que nuevas autoridades
en próximas elecciones vean la articulación interdistrital como una
«campaña» de la anterior gestión y dejen de lado los necesarios
compromisos para una mejor administración e inversión en la ciudad.
desco Opina - Regional / 10 de agosto de 2012
Programa Urbano
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