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La tentación del sillón municipal



En un año pre electoral es habitual que quienes tengan aspiraciones de ocupar alcaldías –a fin de colocarse en la vitrina popular, inicien procesos o campañas de desprestigio contra autoridades y funcionarios en ejercicio con el afán de presentarse ante la opinión pública como el mesías del desarrollo local. Lo que no deberíamos aceptar como natural –ni deseable– es el alto número de denuncias, investigaciones o sentencias judiciales que tienen como protagonistas centrales a las autoridades ediles y funcionarios municipales de puestos de confianza. Esta situación está presente en todas las jurisdicciones del país y la región Junín no es un caso excepcional. Allí, el  gobernador regional viene siendo investigado por el presunto delito de lavado de activos.
Un breve recorrido panorámico por las provincias de la región Junín nos permite concluir que hay muchos alcaldes y funcionarios municipales que se encuentran bajo investigación, afrontando denuncias penales, apelando sentencias en su contra o en prisión. Iniciemos nuestro periplo en Huancayo provincia capital de la región; los regidores han denunciado penalmente al alcalde y sus funcionarios por abuso de autoridad y falsificación de documentos. En El Tambo, el distrito más grande de la ciudad de Huancayo, se ha solicitado la vacancia del alcalde supuestamente por favorecer a ciertos regidores. Por otro lado, lo más resaltante en el escenario noticioso del centro del país, debe haber sido la movilización de los pobladores de la provincia de Tarma, cuyo alcalde Luis Palomino Cerrón es cuestionado por el incumplimiento de obras que fueron comprometidas durante la campaña electoral, así como por atentar contra el patrimonio cultural de la provincia. Esta movilización social que bloqueó los accesos hacia la selva central, sólo pudo ser apaciguada con la participación de una delegación de la PCM.
Chupaca es otra muestra; pesa contra su alcalde provincial una acusación fiscal por comisión de delito ambiental por el botadero de residuos sólidos ubicado en el paraje “Capish Tushuna” en el barrio Común, mientras que en Concepción, el alcalde provincial está en problemas desde noviembre del 2016 acusado por un supuesto desvío de los fondos municipales.
En la selva de Junín ocurre lo mismo, el alcalde de Chanchamayo, Hung Won Jung, quien ejerce su segundo período consecutivo se halla inmerso en una serie de cuestionamientos y acusaciones por el presunto delito de colusión agravada en la compra de maquinaria pesada que han derivado en una orden judicial de internamiento preventivo por nueve meses. Otras decisiones judiciales referidas a esta provincia involucran a los alcaldes de los distritos con la mayor densidad poblacional, Pichanaqui y Perené, ambos con sentencias y el segundo de ellos en prisión.
En la selvática provincia de Satipo, en el año 2016 varias de las actuales gestiones distritales han enfrentado procesos de revocatoria que no han prosperado porque a los iniciadores les ha resultado imposible cumplir con la meta de adherentes para exigir la consulta popular. No obstante, muchas de estas movilizaciones revocadoras –sobre todo en el caso del distrito de Pangoa– han sido impulsadas por los políticos que no alcanzaron la simpatía electoral en el proceso del 2014, que los motivó a declarar una ‘guerra frontal’ iniciada aún antes que las autoridades electas asumiesen el cargo. Es distinto el caso del exalcalde de Coviriali César Jesús Gallardo Álvarez, que fuera capturado en Lima luego de varios meses en situación de prófugo tras haber sido sentenciado por apropiación indebida de más de 60 mil soles, producto de la sobrevaloración de la obra del ‘Sistema integral de residuos sólidos’.
Este permanente huayco de denuncias y movilizaciones de rechazo contra autoridades y funcionarios municipales de la región Junín, se podría mal entender como resultado de un supuesto crecimiento en la eficiencia del control ciudadano sobre el aparato público local. Sin embargo, pocos se preocupan por el debilitamiento de la credibilidad del sistema democrático que esto acarrea. Frases como “roba pero hace obra” se relacionan con “todos roban, así que hay que votar por el menos ladrón”.
La ausencia de una estrategia nacional de formación técnica para el ejercicio del gobierno local viene siendo consecuente con la pérdida de la confiabilidad en la democracia. Quienes ya están en carrera por los sillones municipales no se detienen a avizorar su futuro en relación con sus capacidades o las de su equipo de campaña. Lamentablemente, muchos de los que hoy se hallan en situación de investigados o apelando sus sentencias, buscan postular a otros cargos políticos dentro de la región o su provincia.

desco Opina - Regional / 28 de junio de 2017
Programa Regional Centro

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