En este gobierno, además de Alfredo Thorne, hay tres
ministros de Economía adicionales; tanto Zavala, Araoz y el mismo PPK han
desempeñado el cargo en el pasado. No tenemos recuerdo de que eso haya sucedido
antes en un primer gabinete. La primera indicación, vista la trayectoria de
todos los involucrados, es que podemos esperar un manejo económico más bien
conservador. ¿Por qué entonces el proyecto de presupuesto 2017 y el Marco Macroeconómico Multianual
Revisado (MMMR) asumen escenarios optimistas cuando no hay fundamentos claros para
hacerlo?
El monto total del presupuesto que se sustentará en el
Congreso el 8 de setiembre asciende a S/ 142 mil millones es decir, unos S/ 4
mil millones más que el presupuesto 2016 y se mantiene centralista, como el mismo ministro Thorne reconoce. En efecto, 74% del total corresponde
al Gobierno Central, 15% a los gobiernos regionales y 10.6% a los locales.
Llaman la atención los montos para grandes obras específicamente en Lima, como
los más de S/ 2 mil millones para la Línea 2 del Metro de Lima y los S/ 305
millones para mejorar la Línea 1. Dichos montos sumados son un sexto de lo que
se asigna a los más de dos mil distritos y provincias en el Perú. Pocos
cuestionan hoy la legitimidad de invertir ingentes cantidades en Lima, aun
cuando pueda acentuar la diferencia con el resto del país.
La conocida propuesta de reducir el IGV para ayudar en la
formalización de la economía ya experimentó algunos cambios y parece estar
sujeta a mayor cautela. Si bien se espera lograr un balance entre bajar el
impuesto y generar más transacciones en la economía ‘formal’, algunos analistas han calculado la caída en casi S/ 2900 millones y la recuperación en solo S/ 500. El resto debería salir de reducir la
evasión tributaria pero es harto dudoso que esto se logre sin aumentar el
déficit fiscal. Debemos recordar que, pese a ligeras recuperaciones en el
precio de algunos metales, los años de precios altos de los minerales ya quedaron
en el pasado.
Considerando todo aquello, el MMMR estima un crecimiento
de 4.8%, por encima de las proyecciones del Fondo Monetario Internacional y del
Banco Central de Reserva. Al parecer el nombre del juego para PPK y compañía se
llama ‘destrabar’. Hay S/ 18 mil millones en inversiones que se supone podrían jugar
a favor de las proyecciones. PPK parece aprovechar su ‘empatía natural’ con el
sector empresarial para generar un ‘shock’ de confianza que lleve a los actores
privados a invertir a manos llenas, lo cual no necesariamente sucederá. El escenario es preocupante no para el próximo año o el 2018 sino después, cuando la locomotora de la minería se ralentice casi hasta la inmovilidad.
¿Qué tendrá que pasar para que los demás sectores cubran estos vacíos? Por lo
pronto, parece que relajar estándares ambientales es un riesgo que,
lamentablemente, el gobierno parece dispuesto a correr.
¿Y qué significa todo esto para las personas que no han
llevado posgrados en Economía como los Ministros de PPK? La reducción del IGV
en efecto debería apreciarse en una mayor capacidad de consumo relativo. Pero
los pilares del Presupuesto del nuevo gobierno: agua y saneamiento, educación,
salud y seguridad, no parecen asegurados por muchos años más. La inversión en
Educación se enfocará en ampliar la jornada educativa en 400 instituciones y en
creación de nuevos colegios de Alto Rendimiento. Los impulsos a la educación
venían ya desde el gobierno pasado, aunque algunas voces se han pronunciado
sobre la continuidad del manejo de la educación por tecnócratas. La brecha
entre educación pública y privada, lamentablemente naturalizada en los
discursos neoliberales, debe ser tema a abordarse también. En Salud casi no hay
incremento entre el año pasado y éste.
En la cartera de Desarrollo e Inclusión hay mensajes enfocados en la eficiencia de los programas sociales que hacen temer que la Ministra Aljovín opte por eliminar algunos programas
que han sido cruciales para proveer una red de protección a la población más
vulnerable. Cabría preguntarse hasta qué punto la focalización, concebida como
la única solución desde el razonamiento tecnocrático, no termina incrementando
los costos de operación del MIDIS y si no nos conviene avanzar hacia esquemas
universales de protección que, a la larga, tendrían el efecto de requerir «menos
Estado», como ellos mismos reclaman.
El gobierno de PPK, en suma, se da el lujo de ser
optimista –PPK ha dicho que la inversión depende de las expectativas en más de
una oportunidad– aunque los resultados pareciera que van a ser notorios
únicamente en agua y saneamiento, donde piensa invertir S/ 6032 millones.
Acicateado por su fama como ‘destrabador’ y por gestos que han redundado en un
buen «colchón» de aprobación ciudadana, el gobierno exhibe algún manejo político
cuando propone frenar la rebaja del Impuesto a la Renta para las empresas efectuada por el gobierno pasado, para hacer que vuelva a 30%. Esta
medida sí generará ingresos en el corto plazo y aleja a PPK de una imagen de
gobierno a favor de los ricos. La sustentación del 8 de setiembre también será
excelente oportunidad de evaluar cómo se posicionan las fuerzas políticas en el
Parlamento, incluyendo al fujimorismo, que muy probablemente ceda a las
presiones por un populismo menos liberal que el oficialista, lo cual podría
terminar por jugarle en contra.
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Lei en un artículo de Melcíades Ruiz que en la propuesta se incrementa el gasto en defensa en 39%, es cierto?
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