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La roya, otro huayco en la selva central

Este año, además de huaycos y derrumbes las lluvias han traído a la selva central, la propagación de la roya. Aunque hay quienes minimizan el impacto de esta temible plaga y aducen que son los comercializadores de insumos los que estarían provocando «pánico fitosanitario», lo cierto es que la roya está presente y afecta tanto a cafetales antiguos como a los más recientes.
La roya afecta a los cafetos haciendo caer sus hojas y debilitándolos al punto que sus frutos se desprenden antes de madurar, En el transcurso del año, se estima que sólo en Villa Rica se han perdido 150,000 quintales de café. La Junta Nacional del Café señala que la afectación a nivel nacional bordea el 30%, a riesgo de extenderse, lo que supondría una verdadera catástrofe para la caficultura peruana, calculada en eventuales pérdidas de hasta un millón quinientos mil quintales, unos 350 millones de soles. Y no se trata sólo de la pérdida de divisas –el café es el principal producto agrícola de exportación– sino de pérdidas inmediatas para el bolsillo de los pequeños agricultores.
El desplazamiento altitudinal de esta plaga –de los 1,200 msnmm/promedio donde solía presentarse, a cultivos por encima de los 1,500 msnmm– es una preocupación adicional para productores y promotores agrarios, pues estaría indicando una posible evolución del hongo que la causa (hemileia vastatrix), efecto que podría atribuirse al cambio climático. Si bien existen variedades de café resistentes al ataque de este hongo; la calidad de taza que resulta de estas variedades es considerablemente menor. La solución no pasa necesariamente por reemplazar cultivos, puesto que el interés de los existentes radica en su reconocimiento y calificación específica en mercados especializados y, por tanto, altamente exigentes.
Autoridades de las zonas afectadas y líderes de las organizaciones de productores de los distritos cafetaleros de la selva central; como Villa Rica, Perené, Pichanaki, entre otros, demandan que se declare en situación de emergencia al cultivo y que desde las respectivas dependencias agrarias de nivel regional se asignen presupuestos para enfrentar la situación. La región Pasco ha aprobado un presupuesto de doce millones novecientos mil nuevos soles para financiar la entrega de productos químicos y asistencia técnica en fumigación. No obstante, se estima que una campaña de recuperación del conjunto de zonas afectadas demanda del Estado al menos 280 millones de soles. Por ahora, el ministro del sector, Milton von Hesse, ha anunciado que se prepara un plan de contingencia de corto y mediano plazo.
Considerando los precios poco atractivos que actualmente tiene el café en el mercado internacional, el impacto de esta plaga podría abonar en un posible escenario de tránsito hacia cultivos ilegales más rentables. Si en algo quisiéramos seguir la ruta colombiana no es en esto, sino, por ejemplo, en el importante subsidio que los cafetaleros han logrado a raíz de sus últimas movilizaciones. Tengamos en cuenta que, al igual que en Colombia, en el Perú la caficultura es la actividad agrícola que genera más empleos.

desco Opina - Regional / 8 de marzo de 2013
Programa Selva Central

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